Reseñó: Fanny Chaparro Sarmiento
Ficha bibliográfica: Rosa María Alcántara Toledo y Sandra Karla Santiago Martínez, Rescate arqueológico en el Centro Histórico de Xochimilco, México, Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México, 2019, 70 pp.
Rosa María Alcántara Toledo es arqueóloga egresada de la Escuela Nacional de Antropología e Historia y de la licenciatura en Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Tiene una maestría en Estudios de la Mujer por la Universidad Autónoma Metropolitana. Ha colaborado en diversos proyectos de investigación en la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH. Actualmente labora en el Centro INAH Estado de México.
Sandra Karla Santiago Martínez es arqueóloga egresada de la Escuela Nacional de Antropología e Historia y ha colaborado en diversos proyectos de investigación bioarqueológica en la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH.
Sahira Rincón Montero es arqueóloga egresada de la Universidad Veracruzana y cuenta con la Maestría en Promoción y Desarrollo Cultural de la Universidad Autónoma de Coahuila Décima Generación. Ha participado en distintos proyectos de investigación arqueológica del INAH.
Rescate Arqueológico en el Centro Histórico de Xochimilco tiene la intención de difundir al público en general los hallazgos arqueológicos que resultaron de un rescate que se efectuó en el Centro Histórico de Xochimilco, así como mostrar su riqueza patrimonial. Cabe señalar que el trabajo de rescate arqueológico estuvo a cargo de la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el año 2016.[1] Este trabajo corresponde a un proyecto arqueológico que sumó distintos esfuerzos de investigación académica, por ejemplo, el análisis bioarqueológico que realizó Sandra Karla Santiago Martínez y Jorge Arturo Talavera González y; el estudio de materiales óseos de fauna lacustre y el estudio malacológico; además de otras participaciones como la de Adriana Zamora Herrera, antropóloga física de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). De igual forma, agradecemos a Cecilia Susana Lam García, subdirectora de Protección al Patrimonio (DSA-INAH) y a Salvador Pulido Méndez, director de Salvamento Arqueológico (DSA-INAH), por gestionar de la mejor forma posible el rescate arqueológico en el Centro Histórico de Xochimilco.
Históricamente, la Ciudad de México ha sido un espacio en constante desarrollo urbano, por lo que en los últimos años hemos observado un aumento de infraestructura en transporte, sistemas hidráulicos, telecomunicación y edificación. Esto implica una gran labor para la arqueología de salvamento, ya que una de sus tareas principales es la de proteger el patrimonio arqueológico. Así, en las Disposiciones Reglamentarias para la Investigación Arqueológica en México se establece que es objeto de la investigación arqueológica la protección y conservación de los restos materiales junto con su contexto cultural y ambiental. También se estipula que el salvamento es consecuencia de la realización de obras públicas y privadas, cuya necesidad puede ser prevista (1994).[2] Por tal, el rescate arqueológico ubicado en las calles de Pedro Ramírez del Castillo y Nezahualcóyotl, en la delegación Xochimilco, surgió como consecuencia de la sustitución de los ductos del drenaje y desagüe a cargo de Sacmex (Sistemas de Aguas de la Ciudad de México), quien trabaja para satisfacer las demandas de servicios hidráulicos de la población de la Ciudad de México. El proyecto constructivo planteó un total de 720 metros en línea recta con un tubo de concreto reforzado de 1.22 m de diámetro y una profundidad máxima de 4.70 m. Sin embargo, por distintas causas, sólo se llevaron a cabo 374 metros. Además, es importante mencionar que el trazo que sigue la sustitución del colector Violeta se encuentra ubicado dentro de un polígono de área de conservación patrimonial. Recordemos que la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad el área de las chinampas y los monumentos históricos el 11 de diciembre de 1987, mismo que fue modificado en el año del 2006 para abarcar no solo la chinampería de Xochimilco, Tlaxialtemalco y Atlapulco, sino el centro histórico de la alcaldía, que abarca el barrio de San Francisco Caltongo, localizado en la parte este del templo de San Bernardino de Siena, barrio donde culmina la sustitución del colector Violeta. En el libro, se exponen de forma breve los resultados de tal intervención, con el objetivo de lograr un interés en la comunidad de Xochimilco por conocer y proteger el espacio patrimonial que habitamos.
Sobre todo, hacemos referencia a los hallazgos de cerámica, lítica tallada y pulida, así como a los restos óseos humanos, por lo que, nos gustaría compartirte un breve resumen del análisis óseo que realizó la arqueóloga Sandra Karla Santiago Martínez.
El análisis bioarqueológico de los restos óseos humanos por Sandra Karla Santiago Martínez
El análisis bioarqueológico de los restos óseos humanos, dio como resultado un número mínimo de siete individuos, de los cuales, dos corresponden a adultos jóvenes (Hooton, 1947) de sexo femenino con una edad estimada de los 22 a los 36 años. Por otro lado, los individuos restantes pertenecen a cinco infantes, de entre la primera y la tercera infancia a quienes no fue posible determinarles el sexo, la edad estimada de estos individuos va de los cero a los diez años.
Los entierros 2, 6 y 8, presentan criba en el techo de las orbitas, en el cuello de húmeros y fémures, lo cual es un indicador de poca absorción o ingesta de hierro y magnesio. Esta falta de ingesta de magnesio, se ve reflejada en el desarrollo del cartílago, el cual es fundamental para la correcta formación del hueso, lo que evita un déficit y alteraciones en el crecimiento del mismo, afectando en su mayoría a los techos de las orbitas, el cuello del húmero y fémur (Miquel- Feucht, et al., 2001). Lo que se traduce en una anemia severa, provocada por diferentes factores como la falta de higiene, la incorrecta cocción de los alimentos, la ingesta no balanceada de los mismos, así como por una economía diversificada.
Los entierros 3 y 4, correspondientes a los adultos jóvenes de sexo femenino, presentaron procesos degenerativos aunados a marcadores de estrés ocupacional. Este proceso degenerativo está relacionado con la osteoartritis (OA) y está íntimamente ligado a la edad y las actividades diarias de la persona y son la causa principal del desgaste de cartílago y del hueso de manera paulatina.
La evidencia registrada en los huesos del Entierro 3, nos permitió inferir que los movimientos funcionales básicos realizados por esta mujer en vida fueron: empujar, extender hacia adelante los brazos, cargar objetos pesados, correr, mover lateralmente las piernas, subir cuestas y caminar por superficies irregulares. Además, es importante señalar que presentó una callosidad ósea en una de las costillas, a causa de una fractura desplazada simple, la cual cerró ante-mortem. Este individuo presenta una estatura de 149.5.
En el caso del entierro 4, la presencia de OA en la fosa y los cóndilos mandibulares, son indicadores de una actividad constante, que implica fuertes cargas de presión al masticar, posiblemente relacionada con la constante masticación de cuero o con la creación de cestas. Esto se infiere, por la evidencia de desgaste diferencial de las piezas dentales del lado izquierdo, tanto del maxilar como de la mandíbula. Esta fuerte presión masticatoria, se ha registrado en poblaciones que mastican pieles, para su reblandecimiento (Merbs; 1983 citado en Isidro y Malgosa; 2003). Cabe mencionar que este individuo presenta una estatura de 158.5 cm y modelado cefálico de tipo tabular erecto.
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