Reseñó: Fanny Chaparro Sarmiento
Ficha bibliográfica: Lourdes Suárez Diez y Martha Alicia López Díaz, Conchas y caracoles en las pictografías de la obra de fray Bernardino de Sahagún, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 2017, 152 pp.
Lourdes Suárez Diez es profesora-investigadora Emérita en la Dirección de Etnohistoria del INAH. Estudio la Licenciatura en Arqueología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia; tiene una maestría y un Doctorado en Antropología por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México y pertenece al Sistema Nacional de Investigadores Nivel II.
Precursora en la investigación de los materiales arqueológicos elaborados en concha, ha desarrollado múltiples trabajos a lo largo de su trayectoria, cuyos temas principales de investigación son evidentemente las técnicas prehispánicas de manufactura aplicadas a los objetos de concha; el análisis de las funciones de las conchas en las culturas del México antiguo, así como el estudio del material conquiológico plasmado en los códices mesoamericanos del Altiplano de México.
Lo anterior nos encamina a la publicación en donde la Dra. Suarez nos expone, desde su experiencia trabajando con estos materiales, la identificación que realiza concretamente en las ilustraciones de dos documentos: Los primeros memoriales y el Códice Florentino. En el primero se concentra al estudio del primer capítulo, en donde se habla de las fiestas y rituales del calendario solar de los nahuas y de los primeros dioses identificados por Sahagún, ya que es en este en donde se habla de los objetos de concha y sus representaciones.
La autora nos explica a lo largo del libro que al material conquiológico se le dieron múltiples usos y formo parte de escenas rituales, elementos arquitectónicos, instrumentos musicales, ornamentos característicos de deidades, fue materia prima para elaborarlos, y formó parte de intercambio en redes de comercio y tributo entregado a los mexicas. Lo que se ve reflejado en los documentos de Sahagún y su estudio demuestra como este material tenía una innegable connotación sagrada y una fuerte carga simbólica en la religión del altiplano.
Es interesante la descripción que realiza la Dra. Suárez de los atavíos de los dioses y sus ornamentos pues menciona que generalmente las formas de objetos de concha no se comentan en el texto de Sahagún a pesar de estar representados, lo cual dificultó las tareas de identificación, pero su experiencia en estos materiales le permitió proponer y presentar los elementos que identifica como representaciones de concha.
En cuanto al Códice Florentino, ella profundiza más en cuanto a contenido y destaca el libro undécimo: historia natural, ya que se señala que es el más rico en ilustraciones de concha, cuyos dibujos se encuentran muy bien trazados; además explica que es en esta parte del documento en donde es posible observar una taxonomía que describe diferentes especies de moluscos que logro identificar e inferir su procedencia; también pudo observar el conocimiento biológico de las personas que los dibujaron quienes tuvieron conocimientos muy avanzados de estos animales ya que era evidente que distinguían las especies tanto gasterópodas como de pelecípodos, así como sus nichos ecológicos.
Presenta una propuesta de identificación de los materiales manufacturados en concha y caracoles, partiendo de las evidencias identificadas durante los años de trabajos arqueológicos, y revisando las distintas representaciones de los objetos ilustrados, comparándolos con material arqueológico y también con las descripciones que hace el fraile a lo largo de las traducciones y anotaciones en los documentos, lo cual le dio la base para identificar lo que ella interpreta como representaciones fidedignas, culturales y simbólicas de objetos de concha y caracol pues tanto los informantes y algunos de los dibujantes que trabajaron en los documentos, fueron personas inmersas en la sociedad mexica de ese momento, por lo que Sahagún obtenía la información de primera mano.
El libro nos da la posibilidad de acercarnos al complejo sistema de simbolismos e ideas religiosas en que la sociedad mexica envolvía a los elementos de este material pues como nos lo expone la autora, estos artefactos eran dotados de cargas simbólicas dadas culturalmente, asociándolas al viento, al agua, a la música y las retrataba en la mayor parte de su cotidianeidad como en la arquitectura en almenas rematando los teocalli, en instrumentos musicales en escenas rituales, en cuentas rematando las tilmas de red o formando collares, aretes y bezotes, señalando la categoría del guerrero que las portaba; además del simbolismo que tuvo como parte de la escritura, en forma de cuentas-disco y caracoles oliva cuando remataba el glifo del agua y las ilustraciones de lágrimas.
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® Colección Kerr. No. K532