Ana María Álvarez

Gianfranco Cassiano
Centro INAH Veracruz

La abundancia y calidad de las evidencias arqueológicas que hemos encontrado, apuntan hacia el papel determinante de la región en el Noreste del estado de Hidalgo que intersecta los municipios de Metztitlán, Zacualtipán y Mezquititlán, para la reconstrucción de los eventos del poblamiento más temprano en la Altiplanicie central y septentrional. A la fecha, hemos reconocido por lo menos tres momentos de ocupación: el Clovis (11,500-10,800 años antes del Presente), con un estilo "paleolítico" y con la caza como eje económico y social; el Plainview (10,700-9,000 años AP), articulado en dos momentos: el Temprano, tecnológicamente y económicamente "Paleoindio" y el Tardío, con un enfoque mayor hacia la recolección y la caza mediana; el Arcaico Temprano-Medio (8,000- 7,000 AP), con diferentes momentos tecno-tipológicos y una economía basada sobre la recolección de vegetales y la caza menor.

El asentamiento Clovis del noreste del estado de Hidalgo está conformado por un conjunto de localidades que están conectadas cultural y funcionalmente. La abundancia de yacimientos de pedernal vuelve esta región muy atractiva para los grupos Clovis, que se especializan hacia su uso, así que cerca de un depósito de material de "buena calidad" puede haber un área de taller para la fabricación de puntas y de otras herramientas, como el que estamos trabajando en la localidad de La Calzada, cerca de Metztitlán, Hidalgo. Otra localidad cercana y parte del mismo sito, denominado Oyapa, tiene una extensa área de campamento y otra de taller, arriba de unos grandes yacimientos de pedernal. Aquí encontramos una amplia variedad de herramientas, como raspadores, cepillos, buriles, navajas y núcleos para navajas, núcleos para lascas, gravers y percutores.
Este es el único asentamiento Clovis ubicado en el centro de la república mexicana y sus características tecno-morfológicas son muy diferentes a las de los sitios del estado de Sonora. Corresponde a un patrón de asentamiento de grupos grandes, con fuerte movilidad, que se desplazaron rápidamente por todo México hasta llegar a Centroamérica.

Para comienzos del Holoceno encontramos cambios radicales en el patrón de asentamiento y en la tecnología. Los nuevos grupos que en los Estados Unidos son conocidos como Plainview, ocupan los espacios de manera más estable y poseen territorios bien definidos. Sus industrias líticas tienen alguna semejanza con las de la etapa Clovis, pero se originan de una concepción general completamente diferente, no solo en técnicas y formas, sino también en la materia prima, donde se da un cambio del pedernal a la obsidiana. Disminuye radicalmente la diversidad tipológica y se modifican las técnicas de manufactura.
También cambian las prácticas económicas: aunque la caza sea todavía el sustento ideológico y alimenticio de estas sociedades, los cazadores Plainview ya dedican su atención más a presas medianas y pequeñas, ya que la megafauna desde fines del Pleistoceno iba desapareciendo rápidamente. En esta región tenemos la evidencia de consumo de venado y de berrendo, además de una serie de animales pequeños. Así mismo aparecen piedras de molienda que se refieren probablemente al procesamiento de vegetales.

En el noreste de Hidalgo hemos excavado varios sitios, de los que tres tienen un componente Plainview y además contamos con varios fechamientos de radiocarbono que datan estas manifestaciones entre el 9,200 y el 9,700 AP, lo que ubicaría los sitios en la porción tardía de este desarrollo cultural, pero tenemos algunas evidencias que apuntan a la existencia de una fase de desarrollo más temprana.

Ya hacia el 8,000 AP comienzan a aparecer evidencias culturales que se pueden adscribir a fines del Holoceno temprano y comienzos del medio. En esta nueva etapa, que se denomina Arcaico medio, los grupos, que de por si habitan áreas semidesérticas, empiezan a enfrentarse con un proceso severo de aridificación que merma el potencial de cacería de sus territorios y los impulsa hacia la recolección de vegetales. Su territorialidad se vuelve muy estricta y parecen estar expuestos a enfrentamientos bélicos con otros grupos no emparentados. Es en este momento cuando aparecen sitios grandes que nos remiten a estructuras sociales conocidas como "macrobandas".
Las restricciones en sus desplazamientos también los impulsaron al saqueo sistemático de los sitios de sus predecesores Plainview para abastecerse de obsidiana. Sus industrias líticas se vuelven menos diversificadas en cuanto a los tipos de herramientas, pero hay una proliferación de tipos de puntas de proyectil, casi todas con pedúnculo y aletas, que probablemente tiene que ver con aspectos identitarios.

En general, desde la etapa Clovis hasta el Arcaico medio, la tipología de las herramientas bifaciales nos da indicios de relaciones a larga distancia con el centro-este de los Estados Unidos. Esto nos induce a pensar en el poblamiento cazador-recolector no como el establecimiento de una serie de territorios con desarrollos autónomos sino como la conformación de una red de relaciones intra e interregionales a larga distancia, que permitió compartir con otros grupos información y materiales, incluyendo plantas y animales, abriendo el camino para la dispersión de rasgos tecnológicos como métodos de manufactura de herramientas y prácticas de cultivo.