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Salvamento Arqueológico: cuatro entierros humanos en Libertad, Azcapotzalco.
2023-05-25
Melissa Ortega Torres
Dirección de Salvamento Arqueológico-INAH


Debido al acelerado crecimiento inmobiliario de la ciudad, ya sea por motivo habitacional o comercial, se hace imprescindible, previo a cualquier obra arquitectónica, realizar investigaciones arqueológicas en las áreas identificadas por el INAH con potencial arqueológico, que permitan la recuperación, conservación, análisis de información y prevención de la destrucción del patrimonio cultural.

Una de esas áreas es Azcapotzalco, localizada sobre la antigua ribera occidental del Lago de Texcoco. Es de particular interés arqueológico por la variedad de evidencias que se han encontrado desde las primeras décadas del siglo pasado hasta nuestros días. Las investigaciones realizadas en el área oeste de la Cuenca de México permiten establecer la secuencia cultural y los modos de vida de los pueblos que han habitado la zona a través del tiempo, a partir del reconocimiento de unidades de producción agrícola y alfarera, restos de productos orgánicos que formaron parte de su dieta, zonas residenciales y ceremoniales, así como restos humanos entre otros datos materiales (García, 1991; Chávez, 1992; Córdoba, 1997).

En el periodo Posclásico, los tepanecas fueron los primeros en establecer una extensa entidad política, fundada por Acolhua, quien situó la capital en Azcapotzalco, que incluyó a la mayor parte de los poblados de la Cuenca de México (Sánchez, 1974: 27-33).

La derrota de los tepanecas a manos de los mexicas marcó el inicio de la expansión del imperio tenochca, que culminó con la llegada de los españoles (Kruell, 2021: 53).

El estudio que hemos realizado por parte de la Dirección de Salvamento Arqueológico en el predio Libertad 38, casi esquina con Av. Azcapotzalco, a escasos doscientos metros del Centro Histórico de la Alcaldía Azcapotzalco, nos permitió aumentar el conocimiento que de ello tenemos, así como del área que hemos investigado. Las excavaciones comenzaron en el mes de octubre de 2021 y se concluyeron a principios de febrero del 2022. Mediante la realización de pozos de sondeo, obtuvimos la información de cuatro enterramientos humanos asociados temporalmente al Posclásico Tardío. 

 En el predio se encontraba edificada una casa de una sola planta (Fig. 1) y cuartos de servicio, cuya última intervención se remonta a mediados del siglo XX. Por ello, las excavaciones arqueológicas se llevaron a cabo tanto en las áreas exteriores, así como en el jardín y el patio, al igual que dentro de la casa, lo cual permitió aprovechar los espacios libres de construcción, que comprendió una superficie total de 54 metros cuadrados. Posterior al Salvamento Arqueológico, el inmueble fue demolido y, en su lugar, se construyó una escuela secundaria privada.

En todos los pozos obtuvimos la constante estratigráfica que corresponde a la zona de transición entre el lago y la loma, la cual se conforma por estratos arenosos y limo-arenosos intercalados con capas de arcilla lacustre (Fig. 2). Superficialmente los depósitos son arcillas o limos orgánicos.

Los materiales cerámicos provenientes de los rellenos culturales encontrados en el predio y dentro de una oquedad identificada inicialmente como "basurero", dado que contenía desechos materiales, así como la presencia de entierros humanos, contribuyeron a determinar que éste amplio espacio fue un área de uso habitacional, la cual formó parte de una zona más extensa en el Posclásico Tardío (ca. 1350-1520 d.n.e.).

Esto se apoya en los resultados de excavaciones cercanas al predio, realizadas a través de los años. El ejemplo más cercano lo tuvimos a escasos metros, sobre la misma calle, donde se reportó una unidad habitacional, un canal, tlecuiles y tres entierros para el Posclásico tardío (Ovidio y Aguilera, 2000). Como hemos mencionado, los hallazgos más relevantes en nuestra investigación fueron cuatro entierros humanos, relacionados temporalmente con el periodo Posclásico Tardío. Derivado de las excavaciones arqueológicas y del análisis bioarqueológico, realizado por Guadalupe Revilla (Ortega, 2022: 89-90), presentaremos a continuación, una descripción de sus características principales.

Los cuatro individuos se encontraron en posición sedente, orientados al norte. Los entierros 1 y 2 fueron del tipo primario directo; 3 y 4 primario indirecto. Tres de ellos (entierros 2, 3 y 4) presentaron materiales arqueológicos asociados. De los cuatro esqueletos obtenidos, tres de ellos (entierros 1, 2 y 4) se identificaron como infantes en su primera infancia (de 0 a 3 años de edad), el entierro 3 corresponde a un individuo adulto del sexo masculino. Todos ellos presentaron hiperostosis porótica y periostitis, ambas afecciones físicas propias de las poblaciones prehispánicas (Jaén y Murillo, 2005: 874).

Aunque es necesario realizar un análisis más profundo, el Entierro 3, que corresponde a un individuo adulto de 1.61 metros de estatura y de entre 30 y 35 años de edad, es, hasta este momento, el que mayor información nos ha aportado. Los objetos asociados a él fueron dos cajetes del tipo Rojo Texcoco temprano, idénticos, aunque uno de ellos, es de mayores dimensiones, ambos se encontraron colocados boca abajo. El de mayor dimensión sobre el cráneo, el otro sobre la rótula derecha. Cercanos a la tibia y peroné izquierdo, dos pendientes de concha de forma recta irregular. En las proximidades de la cavidad abdominal encontramos dos puntas de proyectil de obsidiana verde, dos huesos de ave y un bezote de cristal de roca engastado en una aleación de metal (Fig. 3), este elemento es identificado en algunos textos como una insignia de poder, símbolo de prestigio y estatus social entre nobles, comerciantes y guerreros (Lowe, 2004: 48).

En este individuo (Fig. 4) se observó, además, que el índice de robustez es alto, las marcas de actividad se presentaron en todos los huesos largos y en las costillas, en las áreas tendinosas y de inserción muscular, lo que indica que en vida el individuo realizó mucha actividad física. Además, debemos mencionar que encontramos mutilación dentaria en los incisivos superiores. A reserva de análisis especializados y de acuerdo con los estudios y descripciones realizados por Javier Romero (Romero, 1964: 44-45, 201), existe la posibilidad de encontrarnos ante la presencia de una variante no reportada aún del tipo D de su clasificación, ya que el número de líneas verticales que presenta tanto en los incisivos centrales, como en los laterales de la cara anterior vestibular, difieren a las reportadas en el texto citado. La singularidad de este dato ofrece una pauta para continuar con estudios más precisos al respecto.

Esta pequeña muestra nos permite dilucidar que nos encontramos en una zona habitacional, en la que la forma de inhumar corresponde con patrones de enterramiento identificados para el Posclásico Tardío, aunque, para el caso específico de Azcapotzalco, no contamos con un estudio que nos permita corroborarlo, siendo así necesarios mayores estudios al respecto en la región.

Las patologías que presentaron los esqueletos analizados en este salvamento son características de las poblaciones prehispánicas (Jaén y Murillo, 2005: 874), además de las que le son inherentes a cada individuo, lo cual nos ayudará a tener elementos para caracterizarlos.  

En cuanto al individuo que corresponde al entierro 3, a reserva de mayores estudios, proponemos que, relacionando las características óseas del individuo con uno de los objetos en particular, es decir el bezote, consideramos que, en vida, este individuo pudo formar parte de la jerarquía militar.


Bibliografía 

Córdoba, L. (1997). Distribución espacial de los barrios de Azcapotzalco, Cuautitlán y Tultitlan, tres sitios posclásicos de la Cuenca de México. Tesis de licenciatura. México, Escuela Nacional de Antropología e Historia.

Chávez Torres, R. (1992). Una zona de entierros humanos del Posclásico en Azcapotzalco D.F. Tesis de licenciatura. México, Escuela Nacional de Antropología e Historia.

García Chávez, R. (1991). Desarrollo cultural en Azcapotzalco y el área suroccidental de la cuenca de México desde el Preclásico medio hasta el Epiclásico. Tesis de licenciatura. México, Escuela Nacional de Antropología e Historia.

Jaén Esquivel M. T. y Silvia Murillo. (2005). "Las enfermedades en la cosmovisión prehispánica" en Estudios de antropología biológica, XII, p.p. 871 - 896.

Kruell, G. K. (2021). El valle de Anáhuac en el siglo XV: La conquista del imperio Tepaneca y el surgimiento de la Triple Alianza.  México, Instituto de Investigaciones Históricas, Colección México 500-UNAM.

Lowe, L. (2004). "Los bezotes como símbolos de jerarquía militar" en Estudios Mesoamericanos, número 6. Enero-diciembre, 2004, pp. 48-54.

Ortega Torres, M. (2022). Salvamento arqueológico Libertad 38 Col. Azcapotzalco Centro, Alcaldía Azcapotzalco, Ciudad de México. Informe técnico. DSA-INAH.

Oviedo García, F. y Rosalba Aguilera. (2000). Informe preliminar del estudio de factibilidad del predio de calle Libertad No. 15, Col. El Recreo, Azcapotzalco, D.F. (Denuncia 2000-42). Archivo DSA-INAH, México.

Romero, J. (1964). "Recientes adiciones a la colección de dientes mutilados" En Anales del Instituto Nacional De Antropología e Historia, numero 46, Tomo XVII, Sexta Época (1939-1966). México, INAH, pp. 199 ? 256.

Sánchez Ramírez, Emma (1974). Azcapotzalco en el tiempo. D.D.F. Delegación política de Azcapotzalco. México.

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