Virginia Arieta Baizabal
Instituto de Antropología
Universidad Veracruzana
"Caso is hoping to conduct a short dig at what he hopes will be an Olmec site near Minatitlan. A very excellent stone sculpture was recently found at this place, representing a human figure and looking something like a wrestler, but done in the pure Olmec tradition".
Matthew Stirling a Alfonso Caso, 1945:137.
Cuando el destacado olmequista Matthew Stirling externó a Alfonso Caso sus intenciones de excavar el lugar donde se había hallado una escultura de características olmecas, se encontraba en medio de sus exploraciones en la primera capital olmeca de San Lorenzo, Veracruz. El sitio, cerca de Minatitlán, que señala Stirling en la nota, es Antonio Plaza, ubicado al margen del río Uxpanapa y señalado como el lugar de uno de los hallazgos más polémicos de la arqueología de la costa del Golfo de México. Hacemos referencia a la escultura conocida como El Luchador de Antonio Plaza (Figura 1).
Esta extraordinaria pieza de características excepcionales ha sido calificada por especialistas como una obra maestra por reflejar gran dinamismo y movimiento. Se trata de una figura humana masculina manufacturada en basalto de 66 cm de alto, 40 cm de ancho y 38 cm de espesor. Su postura es sedente sobre la pierna izquierda, el torso se inclina hacia adelante. Tiene brazos con músculos marcados que están flexionados y alzados frente al pecho que giran en sentido opuesto a la cintura. La cabeza presenta modificación cráneo facial típica de los olmecas. Tiene barba, bigote y pequeñas oquedades en los ojos en forma de almendra.
La singularidad de la obra provocó que en las últimas décadas se desatara una discusión en torno a su autenticidad como pieza arqueológica. Por un lado, historiadores del arte aseguran que se trata de una falsificación moderna (Kelker 2004; Kelker y Bruhns 2010). Por otro, arqueólogos(as) sostienen que es auténtica y típicamente olmeca (Coe y Miller 2005; Cyphers y López 2007 y 2008). El señalamiento injustificado de su posible falsificación, así como por tratarse de un hallazgo fortuito -como lo son muchas de las piezas depositadas en los museos de arqueología más importantes de México- bastó para que, por décadas, desde su aparición, ningún(a) arqueólogo(a) se interesara por efectuar una investigación sistemática en el lugar y responder preguntas básicas como si Antonio Plaza se trata de un sitio arqueológico o no.
Fue hasta 2017 que se formula el Proyecto Arqueológico Antonio Plaza-Capoacán (PAAPC), adscrito al Instituto de Antropología de la Universidad Veracruzana que tiene como objetivos: 1.- Reconstruir la dinámica poblacional prehispánica de la región, tomando como centro a la localidad de Antonio Plaza; 2.- Clarificar los hechos en torno a la escultura de El Luchador y, 3.- Contribuir significativamente al conocimiento de la arqueología regional.
El Proyecto Arqueológico Antonio Plaza-Capoacán (PAAPC)
Antonio Plaza (antes Santa María) es una localidad ubicada a escasos 12 km del Municipio de Minatitlán, al sur del estado de Veracruz. Se encuentra dentro de una elevación intermedia de la llamada "Isla de Capoacan", un terreno con una altura máxima de 42 msnm que favorece el asentamiento a salvo de las inundaciones anuales, producto del desbordamiento de los tres ríos que circundan el área: el río Coatzacoalcos, río Coachapa y río Uxpanapa. Lo que converge con su ubicación geográfica justo en medio de las dos capitales olmecas, a 35 km al noreste de San Lorenzo y a 44 km al suroeste de La Venta, Tabasco (Figura 2).
Durante las temporadas de campo 2018 y 2019 se lograron cubrir 13 km2 de terreno (alto e inundable). La metodología utilizada fue similar a la implementada en otros sitios del sur de Veracruz, consistiendo en caminatas en línea recta o transectos a intervalos de separación entre miembros del equipo con distancias de 20 m, permitiendo ubicar sitios con arquitectura visible como montículos, terrazas y terraplenes del periodo Clásico tardío-terminal (la arquitectura olmeca no se observa en superficie), así como concentraciones de material arqueológico: cerámica y/o lítica tallada o pulida, sin omitir ningún tipo de terreno: pantanos, acahuales, sembradíos de maíz altos y bajos, zonas inundables, entre otros. Es importante mencionar que el PAAPC planeó una estrategia de campo acorde con las condiciones particulares de la región de estudio para lo que fue necesario un programa de mapeo previo de donde resulta una proyección de inundaciones por desborde de ríos y el reconocimiento de zonas con vegetación densa, así como áreas de inundación donde se tiende a redepositar el material arqueológico (Arieta 2019).
En total se localizaron 103 concentraciones de material arqueológico (cerámica, lítica tallada, lítica pulida, entre otros). Consecuentemente, definimos y delimitamos un sitio arqueológico como el agrupamiento de concentraciones de acuerdo a las interpretaciones derivadas del estudio geoespacial y del análisis de los materiales en el laboratorio atendiendo la composición de variables culturales, geográficas y ecológicas. A través de Sistemas de Información Geográfica (SIG) se realizaron mapas con variables cuantitativas, tal es el caso de mapas de calor o heat maps, los cuales son representaciones gráficas de datos donde la gradación intensa expresa diversos intervalos de un fenómeno en unidades territoriales. Dichos mapas permiten identificar fácilmente excepciones e información relevante que no es observable a simple vista con otro tipo de instrumento (Figura 3). Este análisis se compone de tres distinciones más: altitud, características arquitectónicas y secuencia cronológica establecida a través de las tipologías cerámicas de regiones vecinas.
Como resultado, se lograron 17 sitios arqueológicos en la región de estudio, mismos que han sido registrados en las cédulas de Registro de Monumentos y Zonas Arqueológicas del INAH. Cada uno se define por características específicas e interesantes; no obstante, destaca el Sitio 1- Antonio Plaza debido a que expone información aproximada al contexto de la escultura de El Luchador.
El sitio 1-Antonio Plaza
Este sitio 1 Antonio Plaza es un conjunto de 22 concentraciones de material arqueológico con una distancia entre ellas menor a los 150 m, ubicados dentro de la actual comunidad con el mismo nombre. Se localiza a una altitud menor a los 17 msnm. En consecuencia, se encuentra cercano a los terrenos inundables y a una distancia inmediata del río Uxpanapa, así como a los arroyos que en él desembocan, tal es el caso del arroyo Mariano que lleva un transcurso que atraviesa el sitio. Destaca por un único montículo, identificado como el lugar del hallazgo de la escultura de El Luchador. El sitio pudo abarcar un área aproximada 48.5 hectáreas, aunque falta definir su límite noroeste. En cuanto al análisis de la cerámica, se han logrado definir 41 tipos, de los cuales, 26 están relacionados con los definidos para el Preclásico Inferior en el sitio de San Lorenzo, mientras que cuatro fueron asociados para el Preclásico Medio de acuerdo con lo observado en la región de La Venta, Tabasco.
Resultados preliminares
Los resultados de la primera y segunda temporadas de trabajo de campo (2018 y 2019), así como el análisis de los materiales arqueológicos y el estudio geoespacial, revelan información inédita sobre el contexto arqueológico de la famosa escultura El Luchador, otorgando un primer acercamiento a su historia espacio-temporal. Asimismo, los primeros resultados del estudio sistemático de la cerámica derivan interpretaciones trascedentes a escala regional donde figura la estrecha relación del sitio de Antonio Plaza con las capitales olmecas de San Lorenzo, Veracruz y La Venta, Tabasco (Arieta 2019).
A manera de conclusión podemos señalar que: 1) La región de Capoacan, particularmente el sitio de Antonio Plaza, fue ocupada en época prehispánica durante los periodos Preclásico Inferior (1800 a 1000 a.C.), Preclásico Medio (900 a 400 a.C.) y posteriormente, durante el Clásico Tardío-Terminal (900 dC); 2) Los resultados del análisis de materiales, comparados con la cerámica diagnóstica de los periodos Preclásico Inferior y Preclásico Medio, señalarían a Antonio Plaza como un sitio olmeca y; 3) De acuerdo con lo anterior, la escultura conocida como El Luchador, de corroborar el lugar de su hallazgo, fue manufacturada por los habitantes de Antonio Plaza y por lo tanto, es auténtica y de tradición olmeca.
Respecto al punto anterior, consideramos importante mencionar que el motivo de los historiadores del arte para pensar la pieza como falsificación tiene que ver con su método de categorización que se fundamenta en comparar a la pieza con otras esculturas olmecas de San Lorenzo y La Venta, derivando que no se asemeja de manera clara y definida a ninguno de los dos estilos. De acuerdo con nuestra investigación, consideramos que la razón de lo anterior tiene que ver con el hecho de que El Luchador no es ni de San Lorenzo, ni de La Venta, es de Antonio Plaza, un sitio olmeca con una población distinta durante la transición de numerosos aspectos sociales, políticos, económicos ocurridos durante los periodos Preclásico Inferior y Preclásico Medio en la costa del Golfo. Consideramos de suma importancia que el PAAPC formule un programa de excavaciones en este y otros sitios cercanos del área de Capoacan para una mayor y mejor comprensión de la historia prehispánica de la región olmeca.
Bibliografía
Arieta, Virginia. 2019. "Asentamiento y dinámica poblacional olmeca, en la región de Capoacan, Veracruz". Clio Arqueológica. V. 34 núm. 2: 222-234.
Coe, Michael y Mary E. Miller. 2005. "The Olmec Wrestler: A Masterpiece of the Ancient Gulf Coast", Minerva: The International Review of Ancient Art and Archaeology, vol. 16, núm. 1:18-19.
Cyphers, Ann y Artemio López. 2007. "El Luchador; historia antigua y reciente", Arqueología Mexicana, vol. XV, Núm 88: 66-70.
Cyphers, Ann y Artemio López. 2008. "La historia de El Luchador", en María Teresa Uriarte y Rebecca González Lauck (eds.), Olmeca: balance y perspectiva. Memoria de la Primera Mesa Redonda, México, UNAM/ Consejo Nacional para la Cultura y las Artes/ Fundación Arqueológica del Nuevo Mundo: 411-423.
Kelker, Nancy. 2004. "Olmec Wrestler Revisited", Minerva: The International Review of Ancient Art and Archaeology, vol. 4, núm. 5: 30-31.
Kelker Nancy y Karen Bruhns. 2010. Faking Ancient Mesoamerica. Walnut Creek, California, Left Coast Press.
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